INTIMIDACIÓN CONTRA AVIVAMIENTO

INTIMIDACIÓN CONTRA AVIVAMIENTO

          Durante estos días estuve leyendo un libro cristiano muy interesante, en el cual encontré la siguiente cita: "Camina en la autoridad dada por Dios, o alguien la tomará y la utilizará en contra tuya".
           Esta afirmación tan fuerte fue suficiente para que de inmediato me "comiera" el libro, y decidí que valía la pena tratar este punto y compartirlo con otros hermanos.
         Cuando servimos al Señor nos damos cuenta cada vez más que Él utiliza circunstancias y personas con el fin de prepararnos para cumplir su llamado en nuestras vidas. 
        Es importante entender que hay un lugar o posición en el espíritu, que tenemos como creyentes en Jesús. Con esa posición dada por Dios a nosotros, viene la autoridad. Pero casualmente es esa autoridad la que quiere el enemigo. Si él puede conseguir que cedamos nuestra autoridad dada por Dios intimidándonos, el enemigo la tomará y la utilizará en contra nuestra.
              Ésto no sólo nos afecta a nosotros sino también a aquellos que han sido puestos bajo nuestro cuidado. Si no conocemos nuestra posición en el espíritu no podemos funcionar adecuadamente en el cuerpo de Cristo. Pero ¡ojo!, esta autoridad proveniente de nuestra posición en Cristo puede ser perdida o robada.
                  Un claro ejemplo bíblico de lo dicho anteriormente es la manera como Judas perdió su lugar en el espíritu permanentemente por su transgresión (Lea Hechos 1:16-17). Esta es la mejor manera en que el enemigo derriba a la gente de su autoridad espiritual, a través del pecado. Si el pecado se desliza en nuestras vidas, el Espíritu Santo nos acusa e instruye, pero si no lo escuchamos y nos arrepentimos, comenzamos a crecer fríos y sombríos, hasta que de alguna manera nos volvemos insensibles a Él en nuestros corazones y es entonces allí cuando el enemigo comienza a intimidarnos y a quitarnos la autoridad que Dios nos dió al recibir a Jesús como nuestro Salvador.
           Entonces, para poder alcanzarnos y protegernos de aquellos que nos rodean Dios enviará a alguien a exponer lo que está mal. Esto no es para avergonzarnos, sino más bien para advertirnos y protegernos. Si aún así nos rehusamos a escuchar, vendrá el juicio. "Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; más siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo."(1 Corintios 11:31-32).
                      Dios tolerará el pecado por un tiempo para darnos oportunidad de arrepentirnos y evitar su castigo. Ya que aún en su castigo, su deseo es que "no seamos condenados con el mundo".
                       Un ejemplo bien claro de la más alta autoridad dada por Dios, fue Adán y Eva. Pero Adán perdió todo el poder y la autoridad delegados por Dios en él al pecar. Y así vino la muerte de todo bajo su autoridad. Adán con su transgresión cedió su lugar en el espíritu al enemigo de Dios, y las Escrituras dan testimonio de ésto por la jactancia de Satanás al tentar a Jesús en el desierto diciéndole: "Y le dijo el diablo: A tí te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy"(Lucas 4:6)(La cursiva es añadida)
                     Un hombre, entonces, cedió su posición de autoridad (Adán) por lo tanto solo un hombre podía restaurarla (Jesús)
                        Cuando estamos determinados a servir a Dios con todo el corazón, el diablo tratará por todos los medios de derribarnos de nuestra posición de autoridad en Cristo, a través de la intimidación.
                        Algunos cristianos piensan que asistiendo a un servicio los domingos ya es suficiente para mantenerse dentro del amor y servicio a Dios, pero no están dispuestos a hacer frente al descontento, la rabia, la falta de perdón, la soberbia, el orgullo, la envidia, las murmuraciones, la amargura de sus corazones o el deseo de brillar con luz propia. Esto se evidencia de que su énfasis está en el deseo de poder dentro de la comunidad cristiana y no en el carácter. No siempre el que va a la iglesia, se encuentra en el Espíritu de Dios. No todo el que dice: "Señor, Señor". lo dice con un corazón puro. Si el pecado no es tratado dentro de las iglesias, nunca habrá avivamiento en ellas.
                     Es muy bello ver gente hambrienta de Dios, pero no negligentes con la pureza del corazón. Mucha gente ha caído, desde ministros hasta congregaciones enteras. Pero no cayeron cuando cometieron su primer pecado; sino antes, cuando dejaron que su éxito personal en el ministerio se convirtiera en más importante que su relación íntima con Dios. Jesús dijo: "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios"(Mateo 5:8). Él no dijo:"Bienaventurados aquellos que tienen éxito en su ministerio". ¡Dijo que sin un corazón puro no verán a Dios!
                           Es más importante procurar una correcta relación con Dios que tener poder dentro de la iglesia. Para lograr aquello es importante poner a funcionar los dones que Dios nos dió,(lea 2 Timoteo 1:5-6) desechando un puesto de falsa humildad evitando usar los dones de Dios en sus vidas por miedo a una confrontación vista como falta de amor o carácter cristiano. Los que así actúan hacen cualquier cosa para preservar un falso sentido de su propia seguridad que confunden con paz. En cambio un verdadero cristiano, se enfrenta con audacia no importa cual sea el costo porque no se preocupa por sí mismo, sino que su motivo es el amor a Dios y a la verdad. No  hay que dejar pasar situaciones de pecado en nuestra comunidad cristiana o iglesia ignorando la situación por evitar una confrontación. Pero tengamos en cuenta que si no confrontamos esa situación de pecado , eso no cambiará.
                            El cristianismo no es un estilo de vida fácil, cuando realmente queremos seguir los caminos del Señor. Siempre habrá una constante oposición y resistencia a nuestra búsqueda de Dios tanto en el reino natural como en el espiritual. Y cuando tenemos temor a la confrontación es cuando nos convertimos en presa fácil para la intimidación del enemigo. Cuando estás intimidado pierdes el gozo y sin gozo no hay fortaleza. Desde el temor no hay paz ni libertad. Cuando te liberas de la intimidación que te ha retenido recuperas el gozo y la  paz en abundancia.

Bibliografía: 
Quebrando la intimidación  de John Bevere


                           **********

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, tu comentario es importante. Dinos si te agrada lo que has leído.

Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.